jueves, 15 de diciembre de 2011

Carcelona en Buenos Aires


Estos son los colores de una de las opciones que manejamos para la portada. La rescato ahora para anunciar la presentación en Buenos Aires de CARCELONA, en este voluntario exilio que me impuse a partir de abril del 2011.

La cita es mañana viernes, a las 22.30 horas, en la terraza de la Fundación Tomás Eloy Martínez.
Brindaremos con vino, degustaremos la excelente tortilla de Jorge y tendremos algunos ejemplares disponibles para los interesados.

Los espero!

He estado leyendo en estos días EL ASTILLERO, de Onetti, en una edición de la biblioteca Salvat que mi amigo Fernando Rubio me regaló una tarde porteña, allá por el parque Rivadavia. He subrayado algunos párrafos. Dicen los que saben que somos lo que subrayamos.

"...Otros, al revés, siguen viéndolo apático y procaz, acodado en la mesa, el cigarrillo en la boca, paralelo a la humedad de la avenida Artigas, mirando las caras que entraban, sin otro propósito que la contabilidad sentimental de lealtades y desvíos; registrando unas y otras con la misma fácil, breve sonrisa, con las contracciones involuntarias de la boca.

...Pagó esta otra cuenta, empujó sobre el mostrador la propina y fue bajándose con seguridad y torpeza del taburete, fue caminando por la tira de linóleo, balanceándose con el premeditado compás, corto y ancho, seguro de que la verdad, aunque marchita, iba naciendo de los golpes de sus zapatos y se transfería al aire, a los demás, con insolencia, con sencillez.

...Ahora estaba en la trampa y era incapaz de nombrarla, incapaz de conocer que había viajado, había hecho planes, sonrisas, actos de astucia y paciencia sólo para meterse en ella, para aquietarse en un refugio final desesperanzado y absurdo.

...En realidad, no estaba con ellos sino con reproducciones, de fidelidad fluctuante, de otros Gálvez y Kunz, de otras mujeres felices y miserables, de amigos con nombre y rostros perdidos que lo habían ayudado -sin propósito, sin tomarlo de verdad en cuenta, sin agregar nada al impulso instintivo de ayudarse ellos mismos- a experimentar como normal, como infinitamente tolerable, la sensación de la celada y la desesperanza..."

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